CAMINITO DEL DESFILADERO DEL TAJO DE RONDA

El objetivo del proyecto no es hacer una pasarela como espectáculo o para comunicar otros espacios y calles de la ciudad. El objetivo es hacer accesible el monumento creando un suelo que permita su contemplación ocupando el mínimo espacio que por su configuración va ser lineal.

Hasta el momento la conexión entre el Centro Histórico y los ensanches, arrabales hacia el norte de la meseta se ha ido haciendo mediante tres puentes que significan tres etapas de evolución urbana de la historia de la ciudad.

El hecho de que Ronda sea una ciudad cuyas características históricas sea visitada por personas de todos los países del mundo, que buscan conocer y estudiar sus valores naturales del entorno como los históricos que podemos encontrar en los estratos y testigos emergentes que quedan tanto en la ciudad como en su área de influencia, justifica que se abra al público uno de sus monumentos más importantes que se está visitando sin las debidas garantías de seguridad para los visitantes e incluso para la conservación del monumento.

Por otra parte, si bien este proyecto, por su naturaleza podría ser un proyecto puntual, pero cobra mayor importancia y justificación con el objetivo de recuperar otros recorridos históricos en torno a la ciudad que han sido de alguna manera el sustento de esta, como el reconocimiento de la fortaleza y el camino que conectaba los molinos  harineros y todo lo que eso conlleva de recuperación la arqueología industrial. Estamos valorando el lugar y la relación de éste con los caminos y recorridos de la ciudad. Todo está relacionado con el monumento, con el Tajo de Ronda.

El protagonista de todos los proyectos que van entrelazados es el rio Guadalevín, Rio de los Molinos como se llamó con la conquista de los Reyes Católicos, tropas del Rey Fernando. La Garganta  y el rio, en realidad han sido un foso natural de salvaguarda de la ciudad complemento de los muros de la fortaleza.