CENTRO DE RECEPCIÓN DE VISITANTES DEL CAMINITO DEL REY

El Centro de Recepción de Visitantes del Caminito del Rey se sitúa en un promontorio desde donde se domina el pantano del Guadalhorce, en un lugar justo al borde del Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes. Este equipamiento junto a un intercambiador de transporte se hallan equidistantes tanto de la entrada como de la salida del Caminito del Rey. El edificio pretende ser el lugar de acogida para lo visitantes de la conocida senda. Allí se centralizan los aparcamientos, y se organizan las comunicaciones dentro del paraje protegido exclusivamente mediante autobuses. El Centro de Recepción de Visitantes tiene en total unos 550 m2 y está pensado para la explicación didáctica de la visita al Caminito, donde se exhiba tanto la historia del lugar como el extraordinario patrimonio arqueológico, botánico, geológico y antropológico que posee esta comarca.

Debido a su situación en un enclave protegido, el edificio se ha proyectado energéticamente autosuficiente, sin conexión a la red eléctrica. Se alimenta pro medio de placas fotovoltaicas emplazadas a unos 200 metros de éste sobre pérgolas de aparcamientos de vehículos. Este esquema bioclimático se complementa con un sistema geotérmico de ayuda a la climatización a base de pozos canadienses para atemperar los excesos de calor o frío que pueden producirse en el interior.proyecto de recuperación del Caminito del Rey se condensan todas las disciplinas que requiere el conocimiento de la arquitectura. Para su finalización ha sido necesaria la conjunción de un proyecto medioambiental, un proyecto urbanístico y de ordenación territorial (plan especial del caminito del rey y su entorno) junto a un proyecto técnico de ejecución en lo referido a  la construcción de las pasarelas, cabinas de control y centros de recepción de visitantes. El área se enclava dentro de tres términos municipales situados en el centro de la provincia de Málaga: Ardales, Antequera y Álora.

El sistema constructivo empleado para la estructura y cerramiento del edificio a base de madera laminada permite que el pabellón sea desmontable. Por lo tanto, es un sistema que permite que el lugar sea retornable a su estado original y los materiales sean reciclables. Al mismo tiempo estos materiales en su acabado exterior se funden con la propia naturaleza circundante.

La tectónica del proyecto se expresa mediante una seriación de piezas de madera laminada articulada formando pórticos paralelos que se van deformando en la parte superior. El espacio entre pórticos son paneles de madera y aislante térmico recubiertos por un impermeabilizante cuya última capa está formada por micro pizarras. Se podría decir que es una metáfora de las formaciones kársticas de las gargantas de los Gaitanes. Mientras, el espacio en el interior del edificio discurre de manera continua alrededor de los dos módulos cerrados de aseos y cafetería. Esta secuencia de recorridos va de la penumbra inicial conseguida con la luz indirecta del lucernario a la apertura final con la vista hacia el pantano, encuadrando de este modo el propio horizonte del paisaje dentro del edificio.